Semillas sembradas
En el vientre de una amada
Abrigadas al calor del amor
Creciendo con simpleza
Bajo designios divinos
Y miradas terrenales
Que con voluptuosa elegancia
Ensanchan caderas
Senos sedientos se llenan de alimento
Pre vida social
Corta como el camino a la soledad
Agitada como barco en la tempestad
Meses esperando nacer
Dejamos el nido maternal
Para respirar de verdad
Grandes ojos llorosos me reciben
Manos calidas y temblorosas
Me arrullan
Miro por primera vez
La voz calida del ser que me da vida
Mi madre
Que ya me amaba aun sin verme
Bueno
Ya estoy aquí
Lloro y comienza mi porvenir.
jueves, 5 de noviembre de 2009
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