Es igual
Siempre tan vertiginosa y voraz
Alcanzara mi existir
Cuerdo a avistar mi porvenir
Soportara mi frágil esqueleto
Se fatigaran mis músculos ya cansados
Perderán mis oídos
El poder de escuchar
Como lo hacían dentro de la concha de nácar
Mis manos resistirán
Al tocar lo duro de la humanidad
Podré ponerme de pie
Sin que mis piernas tiemblen
Como la piel que soporta
La furia del látigo opresor
Llegare al final
Consciente de mi muerte.
jueves, 5 de noviembre de 2009
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